Textos breves. Cuentitos. Devaneos. Nimiedades. Pequeñeces.
«Hoy no hay tiempo para leer», dice el escritor de medio tiempo, mientras corre de un trabajo a otro. «Hoy no hay tiempo para leer», se repite a si mismo, para justificarse el abandono de ese libro que ya comienza a juntar polvo junto a su cama. Cuando no de más, cuando le duela el cuerpo, va a volver, juntará el libro y tratará de leer al menos una página antes de quedarse dormido.
Hoy no hay tiempo para leer. El tiempo es dinero y el dinero es sexo. Hoy no hay tiempo, por eso escribimos poco, por eso y porque nos gusta.
El Gorrión Apocalíptico 